El Teatro como pretexto para acercarnos a una realidad cada vez mas esquiva, mas desdibujada, la cual cada dia se convierte en una caricatura grotesca que se asoma por la caja negra que nos inmoviliza.
Crear, tomarnos el espacio que nadie nos ha prestado, un espacio que es publico nominalmente, hacer que las personas se asomaran por sus ventanas, que se perdieran la novela de turno, para darle paso a una reflexion que parte de su interpretacion de esta irrupción en su cotidianidad, una apuesta sin dinero, sin directores, ni productores, una apuesta por la posibilidad de crear una realidad diferente, o al menos cuestionarla desde nuevas narrativas, sin miedo, con responsabilidad.